Descripción
Descripción
Como forma de poder, el sometimiento es paradójico. Una de las formas familiares y agónicas en que se manifiesta el poder consiste en ser dominado/a por un poder externo a uno/a. Pero si, siguiendo a Foucault, entendemos el poder como algo que también «forma» al sujeto, que le proporciona la misma condición de su existencia y la trayectoria de su deseo, entonces el poder no es solamente algo a lo que nos oponemos, sino también, de manera muy marcada, algo de lo que dependemos para nuestra existencia y que abrigamos y preservamos en los seres que somos. La teoría foucaultiana otorga poco protagonismo al ámbito de la psique y no explora el poder en esta doble valencia de subordinación y producción.
Autoría
Judith Butler